viernes, 20 de mayo de 2011

Siempre a tu lado pero nunca contigo


Te mentiría al decirte que ese abrazo no ha sido nada. Me ha gustado demasiado, me ha sorprendido, podría haber llegado al cielo con ese abrazo. Lo echaba tanto de menos ¿Cuánto hacía que no me abrazabas? y ¿cuánto hacía que no dolía tanto un abrazo? Siempre intercambiando los papeles en nuestra relación, nunca con el mismo objetivo. Siendo todo o nada, lo intermedio no existe entre nosotros, al menos no para mi; duele incluso más que ser nada. Pero ¿y ahora?: eres todo para mi, pero somos nada en el nosotros.
Quiero volverte a tener, quiero que volvamos a ser importantes. 

miércoles, 4 de mayo de 2011


 Querida compañera del tobogán:
Tú llevas así una semana y crees que es el fin del mundo; yo llevo seis meses y sólo siento añoranza, pena por cómo acabó todo. Tu crees que sabes del amor, y nunca has vivido nada más allá de lo normal. Aún nos queda mucho a ambas, asique no actúes como si nadie pudiera entenderte, cómo si hubieras pasado por algo inimaginable. Todos te avisamos y tú lo sabías con tiempo, no debería haberte sorprendido. No te lamentes por algo que no merece la pena, no pienses que es lo peor que te ha podido pasar, porque aún te quedan muchas montañas que superar, y no rechaces la posibilidad de deshaogarte con aquellos que siempre han estado contigo, con aquellos que de verdad te entienden. No te olvides de ellos.

Tu mejor amiga, la de siempre, que sigue aquí.

martes, 3 de mayo de 2011

Mírame y dímelo


¿De qué tienes miedo? ¿Por qué no eres capaz de mirarme? ¿Por qué has decidido que no podemos ser amigos?  ¿Por lo que piensan ellos? ¿Por lo que opinan de lo que ocurrió entre nosotros? ¿Por lo que opinan de mi sin conocerme? Por favor, dime que hay algo más que eso, dímelo, porque si no romperás esa visión que sigo conservando de ti a pesar de todo. Aún después de mucho tiempo sigo teniendo esperanzas en que podamos acabar bien, porque despues de todo lo que me has hecho, de todo lo que me han contado,sigo sin creer que sea cierto que te avergüenzas. Sigo apostando por el chico que me enseñaste que eras. Sigo apostando por ti, aunque ya no te importe.